Perspectivas Buzccianas.

En la calle, de repente, me cruzo con Gabriel. No lo reconocí, claro, pasaron 15 anos. Resulta que estaba esperando la luz verde para abrirme paso y… siento su mano calida en la mitad de mi espalda, juro que fue tan dulce que disfrute segundo por segundo antes de darme vuelta, espero que no lo halla notado, aunque ahora pensándolo bien, sus ojos decían otra cosa. Usted debe pensar que estoy loca, pero es así, hace mucho que no me tratan con tanta dulzura. No es por quejarme, gracias a Dios tengo una familia constituida, un hogar que con tanto sacrificio con Alfredo levantamos. Como dice mama no todos tienen la suerte de tener una casa bendecida por Dios y vivida por la ley de Dios.
Con Gabriel, nos veíamos mucho en el Colegio ya que era solamente dos anos más grande que yo y estaba en la clase de mi hermana. Nuestras conversaciones eran cortas, precisas, claras, pero había algo, una fuerza que nos hacia hacer nuestro mundo, separarnos del resto.
Fuimos a un barcito, de esos de Av. 2 de Mayo, los que están llenos de turistas. Me pregunta donde sentarnos, naturalmente, los nervios, me jugaron una mala pasada y salio de mi boca algo in entendible, un balbuceo atroz, las primeras palabras de un bebe, fue así que resolví señalar una mesita que quedaba fuera del local, dando a la Av. Su mirada siempre fue dulce y comprensiva, tenía gestos tan amables. No se, no se, me estaré volviendo loca? Ahora que lo pienso, su mirada, esa que me lanzo, al señalarle la mesa, esa mirada, pensara que estoy con la menopausia?, por eso me pregunto si tenia calor! Cuando señalé la mesa, fue porque no salía palabra de mi boca, pero asumí que el pensaría que estaríamos afuera para fumar cómodamente, seguro que estaba tan sonrojada que pensó que estaba con eso de “los calores”! que vergüenza! Si yo no sirvo para estas cosas…
Quien rompe el hielo es el mozo, fue con alguna de esas ocurrencias preparadas que tienen para caer bien y llevarse buena propina, pero como lo necesitábamos!, estallamos los dos en una risa casi ridícula. Por lo menos de mi parte, se que lance cuanto grito agudo pudo salir, de alguna manera tenia que sacar la tensión, y la cara del mozo decía todo, decía todo, el también rió, Gabriel naturalmente, porque el mozo atónito, pero creo que fue mas por acompañarme que por otra cosa, el, tan divino.. Siempre, ojo que yo siempre le dije a mama que era un ser único.
No me pregunta mucho, eso es bueno, odio cuando lo hacen, me siento acorralada, me dan ganas de gritar. Siempre me pasa cuando me encuentro con algún amigo de anos atrás, es que no entiendo que esperan. Mis respuestas: si con Alfredo vivimos en el barrio, ah pero te mudaste, no me había dado cuenta; los chicos ahora están grandes, están por terminar el secundario, les va bárbaro. Ganas de gritar de gritar… Por suerte no pregunta mucho y es mejor así.
Ahora con Gabriel, que lo tengo aquí, con sus facciones tan maduras, de hombre que sabe, de hombre sabio, comprensivo, hombre de gran espalda, pensar que antes era un alfeñique, un ser desgarbado, si hasta pena daba el pobre, me sonrio, pero esta vez me permito, me rio de veras y el me acompaña, presiento que me contempla, que me disfruta.
Basta!, me estoy volviendo loca, basta! No es así, la familia, no me puedo permitir no puedo, Alfredo, los chicos, la familia. Por favor tengo que volver a mi, a mi vida, que mi alma vuelva a este cuerpo. Le tengo que preguntar, es así, sino voy a quedar como una maleducada, la familia es la familia es así: me contó que con mi hermana estaban bárbaro, que estaban viviendo fuera de la capital porque siempre les gusto y con la mitad del dinero que dejo papa de la herencia se pusieron un negocito, que Estela siempre se acuerda de miy que mis sobrinos preguntan por los primitos.