Esto es nostalgia.
18 de agosto de 2007
7 de agosto de 2007
ALO?
Ud, se ha comunicado con la contestadora de Nina lo dice!, deje su mensaje
y sera respondido a la brevedad.
y sera respondido a la brevedad.
18 de julio de 2007
No estoy escribiendo mas aqui.
Porque estoy escribiendo cada mañana, recién despierta, en una hoja blanca (bastante o lo suficientemente) inagotable, donde puedo escribir todo lo que quiera y me sea concedido (y si no escribo, el sol que se filtra por las hendijas de la persiana, da contra el papel, rebota, y me ilumina la cara como cebra, algo así, por ejemplo, ya me da ganas de escribir).
Y así, cada vez que puedo, hasta que llega la noche.
No me reconozco, pero me intuyo: debo estar siendo tremendamente feliz.
Todo se ordena y se enloquece solo, pero con mi plena y alegre participación.
El mundo es el mismo, y cambió.
Quisiera decirlo mejor, pero me sale eso, y también: que sólo escribo después de haber sido yo misma escrita por un encaje (¿musical?) de luz, como alas desplegándose en un abanico de luz (súbita, loca) que primero te ciega por completo y después te deja viendo todo lo que antes era invisible.
Al final, busco las palabras. Tengo que hacerlo.
Testimonio (voy testimoniando, quiero decir), mientras soy yo quien es escrita y no hay tiempo para preocuparse por "¿qué será mañana?" (¡es tan urgente hoy!).
Así estoy: envuelvo mis hojas con el mayor de los cuidados y las envío, siempre a la misma dirección.
Antes, pongo brevemente en autos al cartero que masca su chicle infinito con infinito aburrimiento.
Le digo cosas que suenen importantísimas (y me sale, porque lo son para mí).
Hoy lo estudié unos segundos y lo encaré dramáticamente: "Ey!. Ahí va mi alma (pausa)... en fin, la traducción más lograda hasta hoy".
Claro, se me rió (pero por unos segundos dejó de mascar y me -verdaderamente- miró).
Y así, cada vez que puedo, hasta que llega la noche.
No me reconozco, pero me intuyo: debo estar siendo tremendamente feliz.
Todo se ordena y se enloquece solo, pero con mi plena y alegre participación.
El mundo es el mismo, y cambió.
Quisiera decirlo mejor, pero me sale eso, y también: que sólo escribo después de haber sido yo misma escrita por un encaje (¿musical?) de luz, como alas desplegándose en un abanico de luz (súbita, loca) que primero te ciega por completo y después te deja viendo todo lo que antes era invisible.
Al final, busco las palabras. Tengo que hacerlo.
Testimonio (voy testimoniando, quiero decir), mientras soy yo quien es escrita y no hay tiempo para preocuparse por "¿qué será mañana?" (¡es tan urgente hoy!).
Así estoy: envuelvo mis hojas con el mayor de los cuidados y las envío, siempre a la misma dirección.
Antes, pongo brevemente en autos al cartero que masca su chicle infinito con infinito aburrimiento.
Le digo cosas que suenen importantísimas (y me sale, porque lo son para mí).
Hoy lo estudié unos segundos y lo encaré dramáticamente: "Ey!. Ahí va mi alma (pausa)... en fin, la traducción más lograda hasta hoy".
Claro, se me rió (pero por unos segundos dejó de mascar y me -verdaderamente- miró).
12 de julio de 2007
9 de julio de 2007
6 de julio de 2007
El arte por el arte
El urinario de Duchamp, elegido obra más influyente del siglo XX.
No es una pintura. No es una escultura.
No es un vídeo, ni una película.
Tampoco es un libro.
La obra de arte más influyente del siglo XX es un orinal.
El urinario de porcelana blanca que el artista dadaísta Marcel Duchamp expuso en Nueva York en 1917 ha merecido tal distinción por encima de las obras de Pablo Picasso, Henri Matisse y Andy Warhol.
La pieza, titulada Fuente, es uno de los primeros ejemplos de conceptualismo artístico y también del minimalismo y, a juicio de medio millar de especialistas, críticos y artistas británicos que han participado en la votación, marcó como ninguna otra obra el arte del pasado siglo.Totalmente de acuerdo.
El abandono de la pintura que Duchamp inició en 1915 fue un punto y aparte respecto todo el arte anterior.
Desde 1914 había comenzado una corriente nihilista estética, planteando polémica e ironía en sus obras de arte, sobre todo, en objetos cotidianos ya realizados.
Los sacó de su contexto y les puso su firma. Son los llamados “ready-made” como “La fuente” (1917).El ready-made es un objeto de uso común al que una mínima intervención del artista (firma, fecha, presentación a una exposición) y, sobre todo, una descontextualización y recontextualización, convierten en obra de arte. Es la decisión del artista la que hace del objeto industrial útil una obra de arte, un objeto artístico.
No puede ser visto como un objeto normal ni como un objeto artístico, es algo completamente nuevo.
Es por eso que Duchamp crea una ruptura a distintos niveles:- Con el arte burgués que se basa en la manualidad del arte con la intervención física del artista. Rompe con la figura del genio.- El arte como algo sublime, fuera de lo cotidiano.- Mercado del arte basado en el artista individual y su genialidad. El mercado en un primer momento lo rechaza porqué no eran obras exclusivas.- Idea del espectador pasivo, el espectador se convertirá en activo en las nuevas obras dadaístas. Duchamp es el que realmente reflexiona sobre toda la tradición artística que le precede y decide, conscientemente, romper con ella a la vez que la desafía.
Reta a toda la sociedad artística a que se atrevan a afrontarse a todas sus ideas y conceptos de “artista”, “arte” … y cómo todo ha desembocado en el MERCADO y la INDIVIDUALIDAD.
No es una pintura. No es una escultura.
No es un vídeo, ni una película.
Tampoco es un libro.
La obra de arte más influyente del siglo XX es un orinal.
El urinario de porcelana blanca que el artista dadaísta Marcel Duchamp expuso en Nueva York en 1917 ha merecido tal distinción por encima de las obras de Pablo Picasso, Henri Matisse y Andy Warhol.
La pieza, titulada Fuente, es uno de los primeros ejemplos de conceptualismo artístico y también del minimalismo y, a juicio de medio millar de especialistas, críticos y artistas británicos que han participado en la votación, marcó como ninguna otra obra el arte del pasado siglo.Totalmente de acuerdo.
El abandono de la pintura que Duchamp inició en 1915 fue un punto y aparte respecto todo el arte anterior.
Desde 1914 había comenzado una corriente nihilista estética, planteando polémica e ironía en sus obras de arte, sobre todo, en objetos cotidianos ya realizados.
Los sacó de su contexto y les puso su firma. Son los llamados “ready-made” como “La fuente” (1917).El ready-made es un objeto de uso común al que una mínima intervención del artista (firma, fecha, presentación a una exposición) y, sobre todo, una descontextualización y recontextualización, convierten en obra de arte. Es la decisión del artista la que hace del objeto industrial útil una obra de arte, un objeto artístico.
No puede ser visto como un objeto normal ni como un objeto artístico, es algo completamente nuevo.
Es por eso que Duchamp crea una ruptura a distintos niveles:- Con el arte burgués que se basa en la manualidad del arte con la intervención física del artista. Rompe con la figura del genio.- El arte como algo sublime, fuera de lo cotidiano.- Mercado del arte basado en el artista individual y su genialidad. El mercado en un primer momento lo rechaza porqué no eran obras exclusivas.- Idea del espectador pasivo, el espectador se convertirá en activo en las nuevas obras dadaístas. Duchamp es el que realmente reflexiona sobre toda la tradición artística que le precede y decide, conscientemente, romper con ella a la vez que la desafía.
Reta a toda la sociedad artística a que se atrevan a afrontarse a todas sus ideas y conceptos de “artista”, “arte” … y cómo todo ha desembocado en el MERCADO y la INDIVIDUALIDAD.
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